Cómo se forman las Perlas | Descúbrelo aquí

Dentro del mundo de la joyería, las perlas son de las piezas que se mantienen impertérritas ante el paso del tiempo. Da igual cuántos años pasen, cuánto cambie la moda, las perlas continuarán siendo un clásico y un imprescindible en cualquier armario. No en balde estamos hablando de un objeto que nos acompaña desde la antigua Grecia, consideradas incluso lágrimas de los dioses que habían caído al mar. Pero ¿sabes lo que se oculta tras las perlas? ¿Cuál es su proceso de formación? ¡Nosotros te lo contamos todo!

¿Cómo se forma una perla dentro de una ostra?

Las perlas se generan dentro del tejido blando de los moluscos bivalvos, es decir, aquellos que tienen concha. Para ser más concretos, deben tener dos conchas, como las ostras o los mejillones. Por regla general, se usa la ostra conocida como madreperla.

El proceso de formación casi pareciera cosa de magia. En el caso de las perlas naturales, todo comienza con la entrada de un cuerpo extraño al interior del molusco. Este, para defenderse, cubre la partícula con nácar, una sustancia que está compuesta por materia orgánica, agua y carbonato de calcio. Es la única forma que tiene la ostra de protegerse de ese objeto que podría llegar a causarle daño. Es decir: que la perla es una especie de quiste que el molusco crea para salvaguardarse. Y, curiosamente, los seres humanos nos hemos dejado conquistar por estas increíbles piedras.

Hallar perlas naturales puede ser un proceso bastante complejo, y es por eso por lo que se usan lo que se conoce como perlas cultivadas. De esta manera, se consigue generar perlas suficientes como para satisfacer a la industria de la joyería. En este caso, se crían las ostras desde que son larvas con fitoplancton. Tras esto, se trasladan al mar en unas jaulas especiales que se encargan de protegerlas en todo momento. Es fundamental que las condiciones climáticas sean buenas, puesto que deben sobrevivir dos años para que se considere que son aptas para la siguiente fase.

Si logran sobrevivir, llega la fase de la nucleación. Esta debe ser realizada por expertos, puesto que es compleja. Dentro de la ostra se introduce un trozo de manto que secreta nácar y que ha sido previamente extraído de otra ostra. Una vez hecho esto, se introduce un cuerpo esférico, que sustituye al cuerpo extraño que aparecería en la naturaleza. Poco a poco, el manto comienza con su proceso habitual y rodea el cuerpo esférico para protegerse. Por último, se devuelven al agua y se dejan el tiempo suficiente como para que la perla se forme por completo. Cuando se considera que el proceso ha finalizado, se cosechan y se extrae la perla con ayuda de un bisturí.

¿Cuánto tiempo se tarda en hacer una perla?

Como habrás podido imaginar, el proceso de formación de una perla es lento y laborioso. Cuando estas se monitorizan y se preparan de forma artificial, pueden llegar a requerir hasta cinco años en total.

No obstante, cuando hablamos de perlas naturales, podemos hablar de hasta diez años de creación. ¡Es mucho, mucho tiempo! Además, no todas las ostras tienen una perla en su interior. Y no todas las perlas tienen el mismo valor, puesto que hay algunas que, por su forma, no se consideran aptas para trabajar con ellas.

Ficha técnica de una perla

Mineral: carbonato de calcio
Color: blanco, gris, negro, amarillo, naranja, rosa, lavanda, azul, verde
Química: CaCO3
Escala de dureza de Mohs: 2,5 - 3,0
Índice de refracción: 1.52 - 1.69
Gravedad específica: 2,60 - 2,85

¿Por qué son tan caras?

Es el proceso de formación de una perla lo que hace que estas piedras sean tan caras y, sobre todo, tan valiosas. No todas las perlas tienen el mismo valor, puesto que hay formas de medir su calidad. Tanto el color como el lustre, la forma y la superficie de la perla, acabarán por determinar su coste final. ¡Porque no todas las perlas son iguales! Por ejemplo, las que se generan en Tahití, en el interior de la ostra Pinctada Margaritifera, son negras. Por otra parte, las de Akoya son blancas o rosas, e incluso pueden tener tonos verdosos. Además, la forma puede variar siempre, así como el brillo.

Todo esto repercute en el coste de la perla en cuestión. Y estamos hablando de una piedra que se forma directamente en el interior del animal, con lo cual es imposible tomar el control sobre su forma final. Podréis imaginar, entonces, lo complicado que puede llegar a ser crear un collar de perlas que se asemejen entre sí. Y no solo en el color, sino también en la forma.

¿Qué tipo de moluscos forman las perlas

Por regla general, las perlas que encontrarás en el mercado provienen de ostras. No obstante, dependiendo del lugar de procedencia, estaremos hablando de un tipo de perla u otra. Las más conocidas son las siguientes.

• Las perlas australianas, cultivadas tanto en Australia como en la zona de Indonesia y Filipinas. Hoy en día son las consideradas más valiosas, tanto por su forma como por la luz que emanan, que mezcla tonos plateados y dorados. Tardan en cultivarse entre tres y nueve años, dependiendo un poco tanto del clima como de la ostra en sí. En cuanto a los colores, van desde el blanco hasta el negro más profundo.

• Las perlas Tahití se cultivan en la Polinesia de Francia. En este caso, hablamos de perlas con tonalidades muy variadas, que van desde la dorada hasta la negra, pasando por gris, verde, naranja e incluso azul. Lo que más caracteriza a estas perlas es que tardan en formarse tan solo tres años.

• Las perlas de agua dulce, o Freshwater, se producen tanto en China como en Japón e incluso en algunas zonas de Estados Unidos. Tardan en cultivarse desde seis meses hasta casi un lustro. Son más comunes que las anteriores, y eso influye también en su precio, que es más asequible.

• Por último, hemos de hablar de las perlas mabe o japonesas. Estas tienen una peculiaridad con respecto a las anteriores, y es que se adhieren a la concha del molusco en lugar de crecer en su interior. Eso hace que su forma sea totalmente diferente, puesto que una de sus partes es plana. Es por eso por lo que se utilizan para pendientes. ¡Y en menos de dos años están listas para ser cultivadas!

En este post podrás descubrir todo acerca de los tipos de perlas.

Cómo saber si las perlas son de verdad

Hay ciertas formas de saber si la perla que estás adquiriendo es original. La forma más sencilla es medir la temperatura de la piedra, puesto que debe estar fría antes de entrar en contacto con ella. ¡No a temperatura ambiente, sino fría! Junto a esto, siempre podrás comprobar la textura, porque las perlas naturales son ásperas y arenosas. No obstante, las falsas son mucho más suaves.

Por si esto no fuera suficiente, también puedes hacer un breve análisis tanto de la forma como de la superficie. Si la perla es falsa, será totalmente simétrica y redonda. Pocas perlas naturales son así, precisamente por cómo es el proceso de elaboración.

Y, por último, siempre puedes prestar atención al peso: las perlas artificiales son mucho más livianas. No obstante, esto es algo que no podrás notar a simple vista si la piedra es demasiado pequeña.

Desde Naithelo recomendamos siempre apostar por perlas de calidad. Más adelante podrás descubrir algunos de nuestros diseños.

Diferencia entre perla natural y cultivada

En la parte superior del texto ya hemos explicado cómo se obtienen tanto las perlas naturales como las cultivadas. Como habrás podido comprobar, la única diferencia real entre ambas es que en unas interviene el hombre mientras que las otras se producen de forma natural en el mar. Estas últimas suelen ser más costosas porque son mucho más difíciles de encontrar. Porque ¿sabías que solo el 2 % de las perlas que hay en el mercado son naturales? El resto, ¡son todas cultivadas!

La calidad no cambia, al igual que no cambia el brillo, la forma ni el componente. Sí que hay un trabajo detrás de la perla cultivada que se encarga de que su crecimiento sea perfecto. Pese a todo, su valor suele ser inferior al de las perlas naturales, mas únicamente porque las hallarás con facilidad en el mercado. ¡Pero no podrás notar la diferencia entre estas dos en ningún momento!

Uso y valor de las perlas en la joyería y la moda actual

Las perlas han cautivado a la humanidad durante siglos, siendo un símbolo de elegancia y sofisticación en el mundo de la joyería y la moda. Su atemporalidad y su capacidad para realzar cualquier atuendo las convierten en un elemento preciado y versátil en la actualidad.

Estilos y diseños populares con perlas

Las perlas se han convertido en un componente esencial de múltiples diseños de joyería. Desde clásicos y elegantes collares de perlas cultivadas hasta modernas pulseras, anillos o pendientes, las perlas se adaptan a diferentes estilos y ocasiones. En la moda contemporánea, las perlas se fusionan con diseños vanguardistas y creativos, añadiendo un toque de refinamiento a conjuntos tanto formales como casuales.

Importancia y significado de las perlas en la joyería contemporánea

En el ámbito de la moda, las perlas son consideradas accesorios atemporales que pueden complementar una amplia gama de estilos. Su versatilidad les permite ser parte de conjuntos clásicos y también de looks más vanguardistas. Las perlas cultivadas, en particular, son apreciadas por su calidad y a menudo se valoran por su brillo, forma y tono.

Las perlas, con su encanto único y su historia rica, siguen siendo un símbolo de elegancia y distinción en el mundo moderno. Desde desfiles de moda hasta eventos sociales, su presencia en la industria de la joyería y la moda sigue siendo prominente, demostrando que su belleza clásica continúa encantando a las generaciones actuales. Su valor intrínseco y su versatilidad las convierten en una elección popular tanto para regalos significativos como para piezas de joyería que se convierten en herencias familiares preciadas a lo largo del tiempo.