Si tienes cualquier tipo de joyería de oro en tu hogar, ya sea oro amarillo o de otra tonalidad, sin duda sabrás que requiere cierto mantenimiento. El paso del tiempo, el uso diario e incluso el contacto con cualquier tipo de producto, puede provocar que el brillo se vaya perdiendo poco a poco.
¿Quieres conseguir que tus piezas vuelvan a brillar como el primer día? En ese caso, continúa leyendo y no te pierdas ni un solo detalle de todo lo que tenemos que contarte. Porque vas a descubrir cómo hacer que ese collar que te regalaron hace años vuelva a recuperar la magia que creías perdida.
Cuándo debemos limpiar nuestras joyas de oro
Lo primero que debes saber es que el oro no debe limpiarse únicamente cuando ya ha perdido ese brillo tan característico, sino que debe mantenerse de vez en cuando. Lo ideal es que dediques un tiempo de vez en cuando para limpiar tus alhajas y así poder evitar otro tipo de tratamientos más agresivos.
El tiempo exacto que debas dejar entre limpieza y limpieza va a depender, sobre todo, del uso que hagas de cada pieza en concreto. Si estamos hablando de un anillo que usas a diario, quizá una vez a la semana o cada dos semanas puedas sacar tiempo para asearlo. No obstante, si la usas de forma más esporádica, quizá puedas alargar los tiempos entre lavados. La clave es encontrar un método que no dañe jamás la pieza, ¡y nosotros lo tenemos!
Cómo limpiar las joyas de oro en casa
Pasemos a lo que realmente nos interesa: ¿cómo limpiamos nuestras joyas desde la comodidad de nuestro hogar? Antes que nada, debes saber que hay diferentes tipos de oro y que cada uno de ellos tiene unas peculiaridades.
• El oro amarillo es el más común. Si tienes anillos o pulseras de esta tonalidad, debes saber que es un material muy resistente. Es el que mejor aguanta al paso del tiempo, y el que más sencillo te será de limpiar.
• Por otro lado, encontramos el oro rosa, que es uno de los más modernos. Al igual que el oro amarillo, es fácil de limpiar y acaba por dar buenos resultados.
• En último lugar se encuentra el oro blanco, que es uno de los más complicados de mantener en buenas condiciones a largo plazo. Si bien es cierto que podrás limpiarlo, quizá le cueste recuperar el aspecto brillante. Ese brillo tan peculiar que tiene suele deberse a una capa de rodio, que con el uso puede quedar mate. Pese a todo, podrás limpiarlo con el mismo método que los dos anteriores.
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A continuación, ¡vamos a ver qué pasos debemos seguir para limpiar nuestras piezas! El primer método que vamos a enseñar es muy sencillo y apenas te quitará unos minutos. Necesitarás un bol con agua tibia, un cepillo de dientes con cerdas suaves y un poco de detergente de lavar los platos.
▶️ Paso 1: Llenar un bol con agua y un poco de lavavajillas
Lo primero que debes hacer es coger una pequeña cantidad del lavavajillas que uses de forma habitual, y verterlo en un recipiente con agua caliente. Es importante que esta no esté excesivamente caliente, ni hirviendo, puesto que podría dañar la joya. No hace falta que uses demasiado detergente, solo un pequeño chorro.
▶️ Paso 2: Deja tus joyas en remojo
Tras esto, déjalas en remojo durante unos minutos. Bastará con 10 o 15, aunque tú mismo podrás ver cómo la suciedad va escapando de ellas.
▶️ Paso 3: Frota con un cepillo suave
Una vez hayas dejado pasar ese tiempo, sácalas del agua y frótalas con un cepillo de cerdas suaves. No seas excesivamente brusco, puesto que no es necesario. Puedes frotar con suavidad e ir viendo por ti mismo cómo van recuperando el brillo que tenían antaño.
▶️ Paso 4: Aclara y seca
Por último, no tendrás más que enjuagarlas despacio con agua y dejar que se sequen. Para eso, puedes hacerte con una toalla de cocina y dejarlas reposar encima. Cuando haya terminado el proceso, descubrirás que han recuperado mucho del brillo que creías perdido.
En caso de que el resultado no te parezca lo suficientemente satisfactorio, quizá porque la pieza en concreto estaba demasiado desvencijada, siempre puedes repetirlo varias veces. O incluso puedes probar con otro tipo de métodos, como los que te enseñaremos a continuación.
Cómo limpiar joyas de oro que tienen gemas
¿El anillo que quieres limpiar tiene algún tipo de gema preciosa? Si es así, debes saber que el método que debas usar va a depender bastante de la piedra en cuestión. Si estamos hablando de un zafiro, un diamante o un rubí, siempre podrás ayudarte de los pasos que hemos mencionado con anterioridad. Eso sí: recuerda que el cepillo debe tener siempre cerdas suaves, puesto que no quieres dañar la joya.
Mas si estamos hablando de otras piedras preciosas, es mejor contactar con un profesional que se encargue del mantenimiento de esta. Este es el caso de las esmeraldas, los ópalos o las turquesas, por ejemplo. Son tan delicadas y porosas que podrían verse dañadas por el jabón, independientemente de que este fuese de buena calidad.
Otros métodos para limpiar oro
El método que hemos mencionado anteriormente es el más recomendado, puesto que es muy gentil con la pieza y no la daña en absoluto. Mas sí es cierto que existen otras formas de realizar el mantenimiento de la joyería de oro, ¡y te las vamos a mostrar también!
Bicarbonato
Seguramente hayas escuchado en alguna parte que con el bicarbonato se puede devolver el brillo a las alhajas de oro, ¡y sí que es posible! Este producto tiene una gran cantidad de propiedades que te permiten eliminar toda la suciedad y, además, es fácil de encontrar.
Es tan sencillo como hervir agua en una olla. Una vez esté hirviendo, solo tendrás que espolvorear una pequeña cantidad de bicarbonato e introducir las joyas en el interior del líquido. Tras esto, cepíllalas con suavidad y verás cómo toda la suciedad ha salido por completo. Es un método rápido, pero es cierto que no se debe usar si el anillo o la pulsera tiene gemas preciosas. Eso sí: se puede usar en cualquier tipo de oro, así que es muy cómodo porque podrás juntar todo lo que necesites limpiar.
Vinagre
Igual que sucede con el método anterior, con el vinagre podrás devolver el fulgor a cualquier alhaja. Lo único que tendrás que hacer es introducir tus joyas en una mezcla que esté conformada por media taza de vinagre blanco y dos cucharadas de bicarbonato. Tras esperar dos o tres horas, solo deberás enjuagar las piezas con agua fría y secarlas. ¡Y estarán como nuevas!
Pasta de dientes
Otro de los métodos más conocidos es el de la pasta de dientes, aunque no es uno de los más recomendados. Funciona de forma muy similar a los dos anteriores: solo tendrás que cubrir con pasta aquello que quieras que vuelva a brillar, y dejar actuar unos minutos. Tras esto, podrás frotar ligeramente y enjuagar con agua fría, así como secar.
Consejos y advertencias
Antes de lanzarte a la aventura de limpiar cualquier tipo de pieza de oro, debes saber que si usas productos demasiado fuertes podrías dañarla. Es por eso que el método más recomendado siempre será el que se ayuda de agua caliente y jabón, puesto que es muy poco lesivo. Por supuesto, si tiene cualquier tipo de piedra preciosa que no sea las que hemos mencionado anteriormente, lo ideal es que acudas a un especialista.
Recuerda que en Naithelo somos expertos en joyería. No solo nos encargamos de ofrecerte productos de la más alta calidad, sino que también sabemos que estos estarán contigo muchos años. Y si pierden su brillo, ¡no dudes en seguir los métodos que hemos mencionado! Porque volverán a convertirse en pequeñas estrellas que te acompañarán en tu día a día.
Para cualquier duda o problema, no dudes en contactar con nosotros.