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No hay una gema como los diamantes, tanto por dureza como por belleza. Su pureza, su color y la fama que han ido ganando con los años los han convertido en las piedras preciosas por excelencia. No obstante, no solo son escasos, sino que su extracción puede llegar a ser bastante complicada. Es precisamente por esto por lo que han ido surgiendo alternativas con el paso de los años, como los conocidos como diamantes ecológicos.
Descubre qué son los diamantes ecológicos
Pese a la fama de la que gozan los diamantes, tras ellos se esconde una historia bastante turbia. Si has tenido el placer de ver la película ‘Diamantes de sangre’, sin duda ya sabrás a qué nos estamos refiriendo. Tras el fulgor de estas piedras se esconde la explotación de las personas que viven en los países en vías de desarrollo en las que se encuentran. La extracción de los diamantes exige que se usen explosivos e incluso maquinaria muy pesada que daña el medio ambiente y que, además, perjudica la salud de los trabajadores.
Para evitar todo esto, surgieron los conocidos como diamantes sintéticos o diamantes cultivados. Lo que se hace es llevar a cabo su producción en laboratorios, imitando un proceso que en la naturaleza requeriría millones de años. Mas gracias a la ayuda de expertos, este proceso dura muchísimo menos. Y, además, se evita la explotación tanto de personas como de recursos finitos de la naturaleza. Dentro de la categoría de diamantes ecológicos podemos hablar de los reciclados, en los que nos extenderemos más adelante.
Por qué se consideran ecológicos
Estos diamantes han pasado a conocerse como ecológicos porque no se daña el medio ambiente con su producción. Cuando se extraen estas piedras preciosas de las profundidades de la tierra, hay que cavar cientos de metros hasta encontrar un yacimiento. Es en este preciso proceso en el que se daña gravemente el entorno, puesto que se generan agujeros muy profundos que acaban por dañar el ecosistema completo.
No solo son una buena alternativa por ayudarnos a mantener el mundo en un estado mejor, sino también porque evitan las conocidas como guerras de los diamantes. Es una forma de luchar por un comercio mucho más justo, y por una alternativa ética a un producto que llevamos siglos consumiendo.
Las diferencias entre diamantes cultivados y naturales
Pero ¿cuál es la diferencia real entre los diamantes de laboratorio y los considerados naturales? Lo primero que debes saber es que un diamante se encuentra conformado por carbono puro que se unen entre sí de tal manera que lo hacen un material extremadamente duro. Tras pasar millones de años bajo unos 120 o 200 km de tierra, sometidos a una temperatura muy elevada y a mucha presión, ese carbono acaba por formar lo que conocemos como diamante.
Por otro lado, encontramos los diamantes cultivados que, sorprendentemente, están compuestos exactamente de lo mismo. Es más: sus propiedades, tanto físicas como químicas, son exactamente las mismas. Lo único que realmente acaba por diferenciarlos es que estos últimos han sido creados por la mano humana, y que pueden estar listos en apenas dos o tres semanas.
No encontrarás ninguna diferencia a nivel visual, porque estamos hablando del mismo producto. Fue la empresa General Electric, allá por 1954, la primera que halló un método que imitase la producción de estas gemas en la vida real. Este método en sí se denomina High Pressure High Temperature. Es decir, las dos condiciones que hemos visto que se deben dar en la naturaleza para que se formen los diamantes. En su momento, este era un método que resultaba incluso más caro que el tradicional. Eso fue lo que hizo que quedase en el olvido tantos años.
Ahora han ido surgiendo otros métodos que han abaratado los costes, y han hecho posible que disfrutemos de estos diamantes ecológicos. Por suerte, las nuevas tecnologías también han traído innovaciones en este aspecto. Otro de los más conocidos es el denominado CVD, o Chemical Vapor Deposition, que ya no requiere ni una temperatura demasiado elevada ni mucha presión. Todo se hace mediante gas metano que se mezcla con hidrógeno, que se ioniza con plasma. ¡Y así obtenemos diamantes ecológicos!
Tipos de diamantes ecológicos
Una vez conocidos lo que son los diamantes sintéticos, y sabiendo ya sus diferencias con los naturales, podemos pasar a ver qué tipos hay. Porque no solo encontrarás los cultivados en laboratorio, ¡sino también los denominados reciclados! Si te preocupan las condiciones que hay tras la extracción de los diamantes pero quieres tener uno contigo, estas son las principales alternativas que debes plantearte.
Diamantes cultivados en laboratorio
En primer lugar, debemos mencionar los conocidos como diamantes cultivados en laboratorio. Estos se producen siguiendo cualquiera de los dos métodos que hemos analizado con anterioridad.
Como ya hemos señalado, la única diferencia que representan con respecto a los naturales es que tardan mucho menos en formarse. En cuanto a la calidad que ofrecen, es exactamente la misma. Este tipo de gemas suelen llevar consigo un certificado que los cataloga como diamantes cultivados. De este modo, se garantiza tanto la durabilidad como la dureza y el brillo de estos. Y, además, se le otorga un valor añadido: no se daña el medio ambiente ni se apoya un sistema de explotación.
Diamantes reciclados
Pero, además, también puedes optar por diamantes reciclados. Aunque te pueda sorprender, lo cierto es que es un material que se usa también en el ámbito de la tecnología, la informática e incluso la óptica. No solo eso, sino que se suelen usar en maquinarias dedicadas a cortar o lijar otros artículos. No debemos olvidar que hablamos de un material muy, muy duro y resistente.
Independientemente de para lo que haya sido usado, estos diamantes pueden reciclarse sin ningún tipo de problema. ¡Incluso aunque se hayan utilizado para una máquina industrial! Con este reciclaje, lo que se consigue es reducir notablemente las actividades mineras de primera mano. Esto, por supuesto, consigue hacer que el impacto sobre el medio ambiente sea mucho menor.
Las ventajas de usar diamantes ecológicos
Si te estás planteando hacerte con un anillo y quieres que vaya engalanado con un diamante, es el momento de plantearte si quieres que sea ecológico. Las ventajas de optar por un diamante cultivado o uno reciclado son muchas, sobre todo si te preocupa cuidar el medio que te rodea.
• En primer lugar, estamos hablando de un material que es mucho más respetuoso con el medio ambiente.
• Además, no procede de una zona en conflicto debido a su explotación. No hay una lucha de poder tras los diamantes cultivados, no hay guerras ni derramamiento de sangre. No son diamantes de sangre, como sí que pudieran serlo los naturales en muchos casos.
• Junto a esto, hay que tener en cuenta que se promueve el consumo ético. Es una forma de ser conscientes de lo que realmente adquirimos y de dónde procede.
• Por último, debes saber que lo que estás comprando son diamantes reales. No es una imitación, no es algo similar: son diamantes. La única diferencia es que estos han sido creados por el hombre, pero su valor es exactamente el mismo.
La industria de la joyería y la sostenibilidad
La industria de la joyería ha experimentado una transformación significativa en los últimos años con respecto a la sostenibilidad. Cada vez más marcas y diseñadores están reconociendo la importancia de adoptar prácticas más ecológicas y éticas en la creación de joyas. Algunas de las formas en que la industria de la joyería está abrazando la sostenibilidad incluyen:
- Uso de Materiales Reciclados: Muchas marcas de joyería ahora utilizan metales y piedras preciosas recicladas en sus diseños. Esto reduce la necesidad de extraer recursos naturales adicionales y minimiza el impacto ambiental.
- Diseño Responsable: Los diseñadores están optando por diseños que reducen el desperdicio de materiales y energía. La atención se centra en la eficiencia y la durabilidad de las joyas.
- Transparencia en la Cadena de Suministro: Las marcas sostenibles están comprometidas con la transparencia en su cadena de suministro. Esto significa rastrear el origen de los materiales y garantizar que se cumplan estándares éticos y ambientales.
- Educación del Consumidor: La industria está trabajando para educar a los consumidores sobre las opciones sostenibles disponibles y cómo pueden tomar decisiones informadas al comprar joyas.
La creciente conciencia y compromiso con la sostenibilidad en la industria de la joyería son señales alentadoras de un cambio hacia prácticas más responsables y éticas.
Diamantes ecológicos y su popularidad en la actualidad
Los diamantes ecológicos han ganado una creciente popularidad en la sociedad actual debido a una mayor conciencia sobre la sostenibilidad y la ética en la joyería. Algunas de las razones de su creciente demanda incluyen:
- Responsabilidad Ambiental: Los consumidores están cada vez más interesados en adquirir productos que no dañen el medio ambiente. Los diamantes ecológicos son vistos como una alternativa sostenible a los diamantes tradicionales.
- Ética y Derechos Humanos: La preocupación por la explotación y los conflictos relacionados con la minería de diamantes ha llevado a un interés en diamantes que se originan de manera ética y sin conflictos.
- Calidad y Belleza: Los diamantes ecológicos, ya sean cultivados en laboratorio o reciclados, son conocidos por su belleza y calidad. Son apreciados por su brillo y claridad.
- Asequibilidad: Los diamantes ecológicos suelen ser más asequibles que los diamantes naturales de características similares. Esto los hace accesibles para un público más amplio.
- Tendencia hacia la Personalización: Los consumidores buscan joyas únicas y personalizadas. Los diamantes ecológicos ofrecen una amplia variedad de opciones de diseño y colores, lo que los hace ideales para joyas personalizadas.
La creciente popularidad de los diamantes ecológicos refleja una mayor conciencia y aprecio por la sostenibilidad y la ética en el mundo de la joyería, y esta tendencia parece estar en constante crecimiento.